Hace 20 años y conforme al Real Decreto 1551, el 25 de junio de 2004 se creó el Mando de Operaciones, con la responsabilidad de realizar el planeamiento operativo, la conducción y el seguimiento de las operaciones militares. En el momento de su creación en aquel 2004, las Fuerzas Armadas españolas participaban solo en cuatro operaciones en el exterior: Bosnia, Kosovo, Afganistán y Active Endeavour en el mar Mediterráneo.
En sus 20 años de existencia, me permito comenzar subrayando que el Mando de Operaciones ha ampliado el despliegue de las fuerzas españolas a lo largo y ancho de todo el mundo, incluidos territorios tan inestables como Irak, Líbano o Malí, así como el mar del Norte, Colombia, la operación Respuesta Solidaria en Pakistán o la de Ayuda Humanitaria a Haití.
Actualmente, y tras el reciente repliegue de la operación EUTM Malí, España tiene a sus militares en 16 operaciones en el exterior.
En este contexto, el despliegue para el Refuerzo del Flanco Este de Europa bajo el escudo de la OTAN, con diversas ubicaciones en Letonia, Lituania, Estonia, Rumanía, Bulgaria, Eslovaquia, Turquía, el mar Mediterráneo y el océano Atlántico, es nuestra operación más exigente.
En todas ellas, el Mando de Operaciones realiza el planeamiento operativo, lo que facilita el despliegue de nuestras fuerzas; y, además, se encarga del seguimiento y conducción de las operaciones, para que nuestros militares puedan ejecutar los cometidos que tienen asignados por las organizaciones internacionales bajo las que están desplegados.
Sin embargo, nuestros cometidos no se limitan al ámbito exterior, sino que el Mando de Operaciones también mantiene las mismas responsabilidades de planeamiento y conducción sobre las operaciones de Presencia, Vigilancia y Disuasión; todas ellas se realizan en nuestro territorio como contribución a la Seguridad Nacional.